Los fanáticos del anime han pasado incontables horas debatiendo cada aspecto de su serie shonen favorita, desde los niveles de poder hasta los intrincados detalles de la historia.
Uno de los debates más comunes y duraderos se centra en por qué “Dragon Ball” y sus diversos spin-offs no se consideran parte de las tres grandes potencias del anime.
El origen de los “tres grandes” en el fandom occidental
El término “Tres Grandes” se originó en el fandom del anime occidental a mediados de la década de 2000 y se refiere a “One Piece”, “Naruto” y “Bleach”.
Estas series fueron increíblemente populares y extensas, y frecuentemente aparecían en las portadas de la revista “Shonen Jump”. Las portadas compartidas a menudo presentaban personajes de las tres franquicias, lo que simbolizaba su dominio.
Los tres grandes eran inevitables y dominaban las convenciones, las mercancías y los foros.
A pesar de que el término se utiliza para describir las propiedades más populares y omnipresentes, “Dragon Ball Z” está notablemente ausente de este grupo legendario.
Popularidad e influencia de los tres grandes
La popularidad de las tres grandes franquicias de anime y manga se disparó en la década de 2000 y principios de la década de 2010. Estos programas allanaron el camino para el dominio continuo de propiedades similares en la década de 2020.
“One Piece”, “Naruto” y “Bleach” introdujeron el anime a una generación de espectadores y se convirtieron en piedras de toque culturales.
Sin embargo, fueron precedidos por “Dragon Ball” y “Dragon Ball Z”, que fueron igualmente populares en su época.
Esta discrepancia lleva a muchos fanáticos a preguntarse por qué “Dragon Ball” no se considera uno de los tres grandes.
La diferencia de la línea de tiempo
La razón principal por la que “Dragon Ball” no forma parte de los tres grandes radica en su cronología. “Dragon Ball” y “Dragon Ball Z” ganaron popularidad mucho antes que los tres grandes.
El manga original “Dragon Ball” debutó en Japón en 1984 y concluyó en 1995.
Llegó al público norteamericano en 1998 a través de un notable doblaje de Funimation, lo que permitió a los fanáticos experimentarlo antes de que surgieran los tres grandes.
En contraste, “One Piece” se lanzó en 1997, “Naruto” en 1999 y “Bleach” en 2001. Sus lanzamientos en Norteamérica siguieron a principios de la década de 2000, con “One Piece” en 2002, “Naruto” en 2003 y “Bleach” en 2007.
Impacto de los métodos de publicación y difusión
La forma en que se publicaron y difundieron estas series también jugó un papel importante. “Dragon Ball” se lanzó en América del Norte como un cómic mensual en lugar de a través de la revista “Shonen Jump”.
Esto lo separó de los tres grandes, que frecuentemente aparecían juntos en las portadas de “Shonen Jump”.
Los fanáticos que leían la revista a menudo seguían las tres series y veían sus adaptaciones de anime en la televisión, creando un momento cultural unificado para los tres grandes.
En cambio, “Dragon Ball” parecía pertenecer a una era anterior. Sus adaptaciones al anime, incluidas “Dragon Ball Z” y la no canónica “Dragon Ball GT”, se emitieron antes de que las tres grandes llegaran a las pantallas occidentales.
Cuando “One Piece”, “Naruto” y “Bleach” comenzaron sus transmisiones en Occidente, “Dragon Ball” ya había completado su ciclo de promoción inicial.
Los tres nuevos grandes animes aún no incluyen a Dragon Ball
Hoy en día, el concepto de los Tres Grandes se considera una reliquia de una época en la que el mercado del anime norteamericano estaba más centralizado y los fanáticos tenían menos opciones.
Sin embargo, aunque “Dragon Ball” fue una franquicia importante, llegó demasiado pronto para ser agrupada con “Naruto”, “One Piece” y “Bleach”.
A pesar de no ser parte de los tres grandes, “Dragon Ball” sigue siendo una franquicia masiva con un impacto duradero.
Ha surgido un equivalente moderno de los Tres Grandes, conocido como el “trío oscuro del anime”. Este grupo incluye a “Hell’s Paradise: Jigokuraku”, “Chainsaw Man” y “Jujutsu Kaisen”.
Estas series tienen tonos más oscuros, más cercanos a series seinen como “JoJo’s Bizarre Adventure”, lo que explica la exclusión de éxitos shonen más tradicionales como “My Hero Academia” o “Dragon Ball Super”.
La influencia continua y el futuro de Dragon Ball
A pesar de no encajar en los Tres Grandes ni en el trío oscuro moderno, “Dragon Ball” sigue siendo amada entre generaciones.
La franquicia ha evolucionado con el lanzamiento de “Dragon Ball Super”, que reemplazó al ahora no canon “Dragon Ball GT”.
En otoño de 2024 se estrenará una nueva serie titulada “Dragon Ball Daima”, uno de los últimos proyectos del creador Akira Toriyama.
Esta evolución continua muestra el legado perdurable de “Dragon Ball”, un testimonio de su influencia duradera.
Los 3 grandes animes y el impacto duradero de Dragon Ball
Los tres grandes animes siguen prosperando en diversas formas. “One Piece” sigue en auge, tanto en manga como en anime, y el primero podría estar entrando en su saga final.
La franquicia recibió una adaptación de acción real en 2023 y tiene un próximo remake de anime titulado “The One Piece”.
“Naruto” continúa con su serie secuela “Boruto”, centrándose en la próxima generación. “Bleach” concluyó su manga, pero está adaptando su historia final en la serie “Bleach: Thousand-Year Blood War”.
Además, “Burn the Witch” de Tite Kubo, ambientada en el universo “Bleach”, se suma al legado de la franquicia.
El momento explica la exclusión de Dragon Ball de los 3 grandes animes
El término “Big 3 anime” fue acuñado por los fanáticos durante un período particular y carece de respaldo oficial.
Este término no refleja las ventas ni la calidad de “One Piece”, “Naruto” y “Bleach”. En cambio, significa su popularidad percibida dentro del fandom shonen en un momento específico.
Considerando esto, es innegable que “Dragon Ball” ha sido una serie de larga duración, pertenece al género shonen y mantiene una inmensa popularidad en todo el mundo.
La razón principal por la que “Dragon Ball” no está incluida en el anime Big 3 es su fecha de publicación. El anime Big 3, a pesar de tener fechas de lanzamiento de manga dispersas, fue prominente en la misma época.
“One Piece” se lanzó en 1997, “Naruto” en 1999 y “Bleach” de Tite Kubo en 2001.
Su debut estadounidense siguió con “One Piece” en 2002, “Naruto” en 2003 y “Bleach” en 2007. Esta presencia pública simultánea contribuyó a su fama colectiva.
La popularidad inicial de Dragon Ball y su era independiente
Sin embargo, Dragon Ball ganó popularidad mucho antes. El manga original se lanzó en Japón en 1984 y concluyó en 1995, años antes de que aparecieran los tres grandes.
Su debut en Norteamérica se produjo en 1998 a través de un doblaje icónico de Funimation, lo que permitió a muchos fanáticos experimentarlo antes de que se lanzaran los tres grandes títulos.
Este momento hizo que “Dragon Ball” pareciera un producto de una era anterior, cuyo apogeo ya había pasado cuando los 3 grandes saltaron a la fama.
Dragon Ball llegó y se fue antes de que comenzaran las tres grandes tendencias del anime
La tendencia observada con los 3 grandes animes se extiende a sus lanzamientos animados, lo que resalta por qué otras series no están incluidas.
El anime Dragon Ball Z debutó en la televisión norteamericana en 1996 y rápidamente acumuló una base de fanáticos fieles. Sin embargo, sus nuevos episodios terminaron en 2003, antes de que comenzara a transmitirse cualquiera de los tres animes principales.
“One Piece” se lanzó en América del Norte en 2004, seguida de “Naruto” en 2005 y “Bleach” en 2006.
Cuando estas series comenzaron a transmitirse en Occidente, el público ya había visto todo “Dragon Ball”, “Dragon Ball Z” y la secuela no canónica, “Dragon Ball GT”.
El impacto de los diferentes métodos de liberación
“Dragon Ball” se originó en una era diferente a la de los 3 grandes, tanto en Oriente como en Occidente. Aunque existía Internet, la transmisión de anime aún no era algo común.
Los fanáticos podían discutir sobre los programas en línea, pero estaban limitados a lo que se transmitía localmente, lo que hacía parecer que los 3 grandes dominaban mientras que “Dragon Ball Z” ya se había desvanecido del centro de atención.
Además, Viz Media lanzó el manga “Dragon Ball” en Estados Unidos como un cómic mensual en lugar de a través de la versión estadounidense de “Shonen Jump”, separándolo aún más de la era de los 3 grandes.
Los animes Big 3 se volvieron conocidos en la mente de los fanáticos porque frecuentemente aparecían juntos en las portadas de “Shonen Jump”.
Los fans solían leer las tres series en la revista y luego veían sus adaptaciones al anime en la televisión. Esto creó un momento unificado para las tres grandes series, a diferencia de “Dragon Ball”, que se mantuvo como una entidad separada.
El legado y la influencia continua de Dragon Ball
Dado que “Dragon Ball Super” se lanzó antes que el trío shonen oscuro y difiere en contenido, nuevamente queda excluido de un Big 3 moderno.
A pesar de esto, “Dragon Ball” sigue siendo una franquicia querida por generaciones y es sinónimo del anime en sí. Su legado supera cualquier tendencia, lo que garantiza su continua relevancia.
Si bien la longevidad de series como “Chainsaw Man” es incierta, el impacto de “Dragon Ball” es atemporal.
La posición única de Dragon Ball en la historia del anime
En medio de las continuaciones de los 3 grandes, “Dragon Ball” ha evolucionado con el manga y anime de “Dragon Ball Super”, reemplazando al ahora no canon “Dragon Ball GT”.
En otoño de 2024 se estrenará una nueva serie titulada “Dragon Ball Daima”, uno de los últimos proyectos de Akira Toriyama, consolidando aún más el legado de la franquicia.
Los tres grandes animes han allanado su camino, de forma muy similar a cómo “Dragon Ball” ha influenciado a numerosos fanáticos del anime moderno.
Este legado perdurable muestra a “Dragon Ball” como un predecesor de los 3 grandes, incluso si nunca fue parte de ellos.
Dada la pausa previa de “Bleach”, se podría argumentar que “Dragon Ball” sirvió como un reemplazo temporal para los 3 grandes.
En esencia, “Dragon Ball” se ubica en una liga propia, habiendo creado un impacto duradero en la cultura y el fandom del anime.