Una ola de activismo ha estallado después de que varias organizaciones feministas internacionales lanzaron conjuntamente una campaña para prohibir el anime Ecchi de las plataformas de transmisión convencionales. El movimiento, llamado “No More Fanservice”, se dirige directamente a la serie conocida por el contenido sexualizado, argumentando que normalizan la objetivación de las mujeres bajo la apariencia de animación. Sus demandas han provocado un alboroto en toda la comunidad de anime.
Los organizadores principales de la campaña citan anime como Escuela de prisión, High School DXDy Amar Ru como delincuentes atroces. En una carta formal enviada a Netflix y Crunchyroll, los grupos argumentan que el contenido de ECCHI “no ofrece mérito artístico o narrativo” y, en cambio, “prospera con la explotación de los cuerpos femeninos para el placer masculino”.
Plataformas bajo fuego, los fanáticos retroceden


Los activistas afirman que estos programas son accesibles para los espectadores menores de edad y las restricciones de edad de derivación debido a que el medio de anime se percibe como inofensivo o cómico. “No permitirías esto en espectáculos de adolescentes de acción en vivo, ¿por qué está bien en el anime?” Dicho un portavoz de la campaña en una entrevista con BBC News.
En respuesta, los fanáticos en plataformas como Reddit y X acusaron el movimiento del imperialismo cultural y la malentendida de los matices de la animación japonesa. Los partidarios argumentan que ECCHI es un género de larga data vinculado a la sátira, la expresión sexual y la exageración cómica en lugar de la pornografía.
Un usuario publicó: “Si no le gusta, no lo vea. Pero no vigile lo que otros disfrutan, especialmente cuando está claramente etiquetado y separado”. Otros señalaron que Japón ya tiene calificaciones estrictas de contenido, y los espectadores a nivel mundial tienen herramientas para filtrar o evitar dicho contenido.
Industria tranquila pero observando


Si bien ninguna plataforma importante ha emitido una declaración oficial, los expertos de la industria dijeron a The Japan Times que las discusiones están en marcha detrás de escena. Las compañías de licencias se preocupan por la mala prensa, pero están igualmente preocupadas por alienar al público leal.
Algunos creadores han retrocedido, defendiendo su trabajo como una forma de ficción estilizada y exagerada. “Hay una diferencia entre la excitación y el daño”, escribió un artista de manga Ecchi en una publicación X ahora viral. “No tienes que gustarte, pero es parte de nuestro espectro artístico”.
A medida que las peticiones acumulan miles de firmas y sistemas de advertencia de contenido enfrentan escrutinio, el resultado de este movimiento puede redefinir a qué puede acceder al público internacional. Por ahora, el futuro del anime Ecchi se cuelga en el equilibrio, que se obtiene entre el aumento de la responsabilidad social y la lucha por preservar la libertad creativa.