El final de “My Hero Academia” con el capítulo 430 puso fin a una saga notable y brindó claridad sobre el futuro de Deku después de su decisión crucial de transferir el quirk One For All.
Esta transferencia fue fundamental, ya que tenía como objetivo destruir a Shigaraki Tomura desde dentro. A pesar del éxito de este plan, las consecuencias dejaron a Deku sin su don una vez más.
Pasó varios años como profesor antes de que sus amigos de la Clase A, no dispuestos a dejarlo fuera de acción, le proporcionaran un objeto de apoyo para ayudarlo a recuperar su papel de héroe.
Mientras reanudaba sus heroicos deberes, Deku se encontró con una figura espectral de Shigaraki Tomura, lo que desató un debate generalizado entre los fanáticos: ¿Shigaraki se había convertido en un vestigio?
Entendiendo la apariencia final de Shigaraki
En la batalla final culminante, la transferencia del quirk One For All de Deku a Shigaraki Tomura preparó el escenario para una confrontación dramática.
Los vestigios de One For All, en su esfuerzo por frustrar a Shigaraki, atacaron las grietas mentales dentro de su conciencia, causándole un daño significativo.
Cuando el cuerpo de Shigaraki comenzó a deteriorarse, All For One tomó el control, lo que llevó a una feroz batalla contra los héroes.
Durante esta batalla, All For One hizo una revelación sorprendente: confesó haber sido la fuerza detrás de la adquisición de la habilidad Decay por parte de Tenko Shimura, una verdad que sacudió a Shigaraki hasta la médula.
La peculiaridad de Decay había provocado la muerte accidental de su familia, lo que a su vez había dado forma a su personalidad villana.
Esta comprensión impulsó la decisión de Shigaraki de rebelarse contra All For One, y luchó junto a Deku en el mundo vestigio.
Cuando llegamos al capítulo 424, tanto All For One como Shigaraki Tomura habían encontrado su final.
A pesar de sus papeles antagónicos, Deku albergaba un profundo sentimiento de arrepentimiento. Su intención nunca fue matar a Shigaraki, sino salvarlo, y su fracaso en hacerlo le pesaba mucho.
Esa sensación de pérdida persistía mientras contemplaba continuamente las formas en que podría haber rescatado a Shigaraki.
La visión fantasmal
Ocho años después, Deku aparentemente había aceptado la muerte de Shigaraki, lo que era evidente en su renovado vigor como héroe.
Al regresar a la escena heroica, se encontró con un momento conmovedor: una imagen fantasmal de Tomura, sonriéndole. Este encuentro ha llevado a especular sobre la posibilidad de que Shigaraki se haya convertido en un vestigio.
Sin embargo, el manga aclara que la apariencia de Shigaraki no era un vestigio sino un fantasma. Los vestigios se mostraban anteriormente solo dentro de los mundos de los usuarios de All For One y One For All.
Con la destrucción de estos quirks, el concepto de vestigios ya no era aplicable. En cambio, lo que Deku vio fue una imagen espectral de Shigaraki, no un remanente o vestigio de su ser.
El significado del fantasma de Shigaraki
Si bien el manga no proporciona una explicación detallada de la aparición fantasmal de Shigaraki, se da a entender en gran medida que tenía la intención de darle un cierre al asunto de Deku.
El fantasma de Shigaraki parecía transmitir un mensaje de tranquilidad, sugiriendo que su fracaso en salvar a Shigaraki no definía su valor ni su éxito como héroe.
Este encuentro espectral fue una forma de que Shigaraki le deseara lo mejor a Deku en sus futuros proyectos, ofreciéndole una forma de cierre emocional y aliento.
El capítulo final de “My Hero Academia” no confirmó a Shigaraki como un vestigio.
En cambio, la imagen de Shigaraki Tomura era una aparición fantasmal, destinada a consolar a Deku y significar que sus esfuerzos, aunque no siempre resultaban en éxito, no eran en vano.
Esta interacción final destacó los temas generales de la serie: la redención, la comprensión y las complejidades emocionales de sus personajes.
Los momentos finales de “My Hero Academia” brindan un final conmovedor a la compleja relación de Deku y Shigaraki.
Aunque el manga cerró el capítulo con su confrontación directa, dejó a los lectores con un conmovedor recordatorio de las luchas personales y el crecimiento que definen la serie.
La aparición de Shigaraki como un fantasma en lugar de un vestigio sirve como un dispositivo narrativo para ofrecer tanto un cierre como un mensaje de esperanza para Deku.
Al terminar la serie, reafirma que incluso frente al fracaso, el viaje hacia la redención y la comprensión continúa, tanto para los héroes como para los villanos.