En un movimiento significativo, el gobierno chino ha prohibido 29 series de anime, incluidas las muy populares Ataque contra Titánalegando que estas series “glorifican la rebelión” y promueven “influencia extranjera”. La decisión es parte de una ofensiva más amplia contra el contenido de los medios de comunicación que el gobierno considera inapropiado o peligroso para la moral nacional. Esta prohibición sigue los crecientes esfuerzos de China para controlar los tipos de medios que pueden consumir sus ciudadanos, particularmente el contenido de fuentes extranjeras.
La serie en la lista negra de las autoridades chinas incluye algunos de los anime más famosos en todo el mundo, como Ataque contra Titán, Tokio Ghouly El prometido Neverland. Estos espectáculos han sido acusados de presentar temas violentos, desafiar la autoridad y socavar los valores tradicionales. Los críticos argumentan que tales series pueden influir en las generaciones más jóvenes de manera que entran en conflicto con las ideologías oficiales y las normas culturales del país. Como parte del impulso del gobierno por la conformidad cultural, China continúa priorizando el contenido que promueve el patriotismo y se alinea con sus objetivos sociales y políticos.
Control y censura de los medios en China


El control de China sobre los medios y el entretenimiento no es nuevo. El gobierno ha mantenido durante mucho tiempo una supervisión estricta de la televisión, el cine y el contenido en línea, con especial énfasis en la regulación del material extranjero. Esta última prohibición del anime destaca cómo el gobierno está expandiendo su alcance en las plataformas digitales, donde el anime ha visto un rápido aumento en la popularidad. Los servicios de transmisión como Bilibili y Tencent Video, que se han convertido en plataformas de referencia para los fanáticos del anime en China, ahora tienen la tarea de adherirse a regulaciones de contenido cada vez más estrictas.
La censura del anime también se alinea con la estrategia más amplia de China de controlar cómo la generación más joven se involucra con los medios. Los funcionarios han expresado preocupaciones sobre el impacto de la cultura extranjera en los jóvenes chinos, viéndolo como una posible fuerza desestabilizador. Al limitar el acceso a los medios internacionales populares, el gobierno tiene como objetivo proteger su identidad cultural y evitar la propagación de ideas que considera dañinas o subversivas. El movimiento es una señal clara de que China está dispuesta a ejercer más potencia sobre el contenido y las plataformas que lo distribuyen.
Reacciones globales e impacto en los mercados internacionales


La prohibición ha provocado indignación entre los fanáticos internacionales, que ven la censura del anime como una infracción de la libertad artística y la expresión creativa. Muchos han criticado al gobierno chino por su enfoque pesado, particularmente a la luz de la popularidad del anime en todo el mundo. Fanáticos de Ataque contra Titán Y otras series prohibidas están molestas porque el contenido que aman ya no estará disponible en la región.
Al mismo tiempo, la prohibición plantea preguntas importantes sobre cómo la censura afecta el panorama de los medios globales. A medida que el anime continúa creciendo en popularidad fuera de Japón, la capacidad de los gobiernos para restringir el acceso al contenido internacional se está convirtiendo en un problema importante. Si bien algunos argumentan que China tiene derecho a regular el contenido dentro de sus fronteras, otros creen que la medida representa una tendencia peligrosa hacia el aislacionismo cultural y el control del gobierno sobre el entretenimiento.
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